Enganchado/a a los demás… Dependencia emocional

Enganchado/a a los demás… Dependencia emocional

Las personas dependientes se caracterizan por estar más preocupadas en tratar

de rescatar, proteger o ayudar a otro/s, que en ellas mismas y sus deseos y necesidades

(Washton y Boundy)

Las personas somos seres sociales por naturaleza. Nos relacionamos con otros, les ofrecemos nuestro tiempo y nuestra compañía.

Hacer lo que uno desea sin perder los estribos o incluso la dignidad personal consiste en hacerse respetar, defender el derecho a juzgar los propios comportamientos, pensamientos o emociones, a equivocarnos, y actuar con la responsabilidad de las acciones y sus consecuencias.

El equilibrio entre los propios deseos y la consideración a los demás es, a menudo, difícil. En ocasiones, no sabemos ver cuáles son nuestras verdaderas necesidades, y llegamos a pensar que lo que otros expresan con respecto a nuestra vida es lo que realmente deseamos o nos conviene. Con el tiempo acabamos por sentirnos descontentos sin saber por qué.

El control que los demás ejercen en nuestra vida viene dado por la incapacidad para imponer los propios deseos. Se trata de poner límites a nuestra tolerancia y aprender a decidir por uno mismo, diciendo “no” cuando no estamos de acuerdo, defendiendo nuestra autonomía y rechazando cualquier ataque a la autoestima

Una de las causas por las que la mayoría de las veces nos dejamos influir por los demás es por el miedo al rechazo que podemos tener o por temor a perder la confianza o amistad de alguna persona determinada.

Con todo ello, poco a poco vamos creando y generando en nosotros una clara “necesidad” hacia otra/s persona/s…

En los últimos años, los motivos de consulta derivados de dependencia emocional han aumentado considerablemente, cada vez me encuentro más personas cuya razón de vida la han situado en otra (u otras) personas, olvidándose de ellos mismos, de sus derechos y sus necesidades… Desembocando así en una espiral de desconocimiento propio, siendo entonces necesario pedir ayudar para replantear unas preguntas básicas: ¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? ¿Con quién quiero ir?

CONTROLANDO LA DEPENDENCIA

  1. Ten en cuenta que el concepto “me gustaría” es muy distinto al concepto “necesito”. Aprende a diferenciar lo que te gustaría obtener y lo que de verdad necesitas.
  2. Deja de actuar impulsiva y automáticamente como “se supone que debes” actuar. Piensa en tus necesidades y deseos. ¡Escúchate!
  3. No tomes los comportamientos de otra persona como indicadores o reflejo de tu propia autoestima.
  4. Tienes el derecho y la responsabilidad de satisfacer tus necesidades, solucionar tus problemas y tomar tus decisiones.
  5. Fíjate metas y objetivos personales, ponte y pon límites.