Carta de una psicóloga a su paciente
"Ahora veo la cantidad de años que he DESPERDICIADO sin quererme".
Y así y con lágrimas en los ojos hemos terminado tu proceso... Eres un ejemplo A, porque tú demuestras que no es necesario
"Ahora veo la cantidad de años que he DESPERDICIADO sin quererme".
Y así y con lágrimas en los ojos hemos terminado tu proceso... Eres un ejemplo A, porque tú demuestras que no es necesario
Hoy os presento a S.B., una antigua paciente que ha luchado mucho por su recuperación.
Estuvimos caminando juntas poco más de dos años, en los cuales ella elegía en cada sesión seguir adelante, seguir luchando a pesar del dolor, sabiendo que éste no iba a ser eterno, sabiendo que una vez
Constancia, esfuerzo, superación... Son algunas de las palabras que definen a M. Comenzó su proceso para mejorar un determinado aspecto de su vida... ello le permitió descubrir lo olvidada que se tenía a ella misma.
M está aprendiendo a escuchar sus emociones, a reconocerlas primero ante ella misma, para así poco a poco ir aceptándolas ante los demás
M. lleva poco más de un año de terapia, un año que ha dedicado completamente a ella, a conocerse y escucharse, un año donde a aprendido a comprender qué le ocurría, cuáles eran sus necesidades, incluso cómo era esa persona que siempre había intentado ocultar: ella misma.
Puedo afirmar sin duda alguna que es una persona nueva! Y aunque aún queda camino por delante, ha hecho
“El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás (Aldous Huxley)
La Dependencia Emocional se define como “una NECESIDAD afectiva fuerte que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones”.
Una parte de la sesión de P.S. consistió en dar respuesta a una serie de preguntas que ella misma se había formulado.
Se trata de cuestiones que estoy segura que todos en algún momento os habéis hecho y, no habéis podido responder o incluso no os habéis atrevido...
Abres los ojos y ves que te has despertado de nuevo con tu enemigo... Tú mismo! Y es que aunque quieres cambiar, aunque quieres ser diferente en algún aspecto de tu vida, no lo consigues... Y así, poco a poco vas dejando a un lado el respeto a ti, lo vas transformando en un sentimiento de rabia que cada día, si no haces nada por evitarlo, se torna más y más grande.
Todos en algún momento de nuestra vida somos crueles con nosotros mismos: una palabra mal dicha, unos kilos de más, algún "vicio" que no conseguimos quitar... El problema viene cuando convertimos esa crueldad en rutina.
Os dejo unas palabras de una paciente que día tras día, se fue convirtiendo en su mayor enemiga. Es un testimonio largo, pero que merece la pena leer hasta el final, pues estoy segura que muchos os sentiréis identificados en todo el escrito o en parte de él.
O.P. llegó a mi consulta como una persona completamente chiquitita, que no se creía capaz de conseguir nada, una persona que no se creía con el derecho a que los demás la respetasen, llegando incluso a la autolesión. Hoy en día, después de un año caminando juntas, puedo decir LA GRAN MUJER que es, una persona completa que sabe verse, escucharse y aceptarse... Y aunque todavía nos quedan pequeñas cosas que trabajar, el camino más duro está hecho! Día tras día, sesión tras sesión, ha ido sacando fuerzas para enfrentarse a ella misma, al principio con dudas de que pudiera cambiar, y poco a poco con el convencimiento de que podía tener una vida completa y llena, SU VIDA, con SU CAMINO, escogido única y exclusivamente por ella.
M.D. me pidió que subiera estas palabras al blog a fin de que hubiera un acercamiento al sufrimiento tan inmenso que tiene una persona con un problema psicológico (en este caso, un Trastorno de la Conducta Alimentaria).
M.D está completamente recuperada, hace vida normal y desde aquí, quiere aprovechar a animar a todas aquellas personas que tienen algún problema, a pedir ayuda...
BRAVO POR M.D Y LAS FUERZAS QUE HA SACADO DURANTE ESTOS AÑOS PARA TERMINAR CON ESOS DEMONIOS INTERIORES.
ESTOY MUY ORGULLOSA DE TI :)
Os dejo con sus palabras:
"Una mujer de verdad tiene curvas! Se siente sexy con ellas... He llegado a pesar 48 kilos de nuevo, lo sé, una cagada porque ni tengo curvas, ni tengo pecho... Y yo que quería adelgazar la cara y la tengo igual!! Y todo por mis obsesiones, pero ¿Realmente soy feliz así? NNOOO!!! Sin embargo, lo que tampoco puedo hacer es ir al extremo opuesto y comer con ansiedad... Si como cuando debo y lo que debo, ¿Por qué preocuparme por engordar? Cogeré mi peso normal y nada más... Así que una preocupación menos! Soy demasiado lista para tropezar con una piedra tan grande... LA ÚLTIMA VEZ, HOY EMPIEZO A COGER BUENOS HÁBITOS...