“Aquí estoy, mirando de nuevo tu Facebook a pesar de haberte eliminado. Sí, no quiero verte y aún así estoy suplicando que tus publicaciones sigan siendo abiertas, ¿Por qué si ya he visto que no eres eso que me decías? Cada vez tengo más claro que lo que quiero es comprobar lo gilipollas que eres porque aún me sorprende ver que realmente lo eres, me cuesta aceptar que he estado tan tan tan sumamente ciega, me cuesta aceptar lo engañada que he estado durante todos estos años.
Déjalo ya, empieza a ser real con los demás: dile a tu novia que no te gusta nada la saliva que se le forma cuando habla y que eso hace que no te de morbo cuando vais a echar un polvo, diles a tus amigos que quieres que te sigan la corriente y te digan lo bueno que eres, dile al mundo que estás ansioso porque te miren y adoren, ansioso porque te digan continuamente lo genial y grande que eres. En serio, déjalo ya, que todos empiecen a conocer tu fachada, que todos descubran lo mierda que en realidad eres porque hablas de humildad y sencillez pero eso son valores que nunca has conocido, por mucho que hables de ellos.
17 noviembre, 2014