25 Sep Entrégate a tu presente (y no pienses tanto en tu futuro)
Siempre hemos escuchado que «el fin justifica los medios», pero ¿y si te dijera que ningún fin justifica los medios?
No te alarmes… sólo quiero resaltarte la idea de que no existen los fines. En la vida todo son medios, pues la vida nos lleva desde la incertidumbre hasta más incertidumbre.
Seguramente sabes de qué hablo: me refiero a ese momento en el que estás 100% seguro de algo y entonces, de repente cambia todo (sin saber exactamente cómo ni por qué) hasta el punto en el que dudas incluso de lo que más seguro creías que tenías… Y es que queremos aferrarnos a la idea de control, a la idea de que sabemos que en un futuro estaremos haciendo X cosa (que es lo que más nos gusta porque siempre nos ha gustado, sin posibilidad de cambio) con X persona (que es la que siempre ha estado ahí, sin posibilidad de cambio), que nos olvidamos de una parte esencial de la vida: cada minuto está revestido de posibilidad de cambio.
Incluso el mismo paisaje, nunca es igual; incluso las mismas personas, nunca son iguales; incluso el mismo destino, nunca es el mismo… Siempre hay algún elemento de cambio, el cual no vemos porque no queremos-sabemos prestarle atención.
Pero es lógico, da pánico reconocer que sé dónde estoy hoy pero no sé dónde puedo estar mañana, da pánico reconocer que dentro de un año puedo pensar diferente a como pienso hoy, da pánico pensar que la persona que tengo al lado, puede que no me escoja para seguir junto a ella dentro de un año (o viceversa)… Y entonces nos aferramos a la idea de controlar el no-cambio.
Nos centramos sólo en la meta, olvidándonos de las señales del camino; nos concentramos sólo en una posibilidad, perdiendo de vista todas las respuestas que tenemos a nuestro lado…
Porque lo importante, al final, es aprender a entregarse al presente y escoger en cada momento lo que tengo en mi presente. Si me entrego a mi presente, no tendré que temer a mi futuro… porque sé que en cada situación, en cada momento, habré dado lo mejor de mí.