Un paréntesis… Para ti

Un paréntesis… Para ti

eiffel-tower-paris-24047“Aunque no se repita más” – Le dijo ella con miedo, y le besó en los labios.

Fue un instante, una intensidad, un momento de esos que sabes que te va a acompañar siempre, ese momento en el que parece que todo alrededor se ha detenido…

Y entonces se separó y con cierto temor por haber hecho lo que no debía, le miró a los ojos para ver su reacción. 

Inesperadamente, la agarró de la cintura y la acercó a su pecho, la besó de nuevo pero ésta vez no fue ella quien lo provocó, ahora ella sólo debía dejarse llevar y disfrutar de ese nuevo instante.

Un instante que ya no era sólo suyo, sabía que ahora ese instante era de los dos. Era su momento.


Todavía hoy cuando cierro los ojos, se me eriza la piel al recordar cómo me acercaste a ti y me besaste… Y cómo desde ese instante y sin darnos cuenta, estábamos comenzando a construir una historia, nuestra historia. Y es que cada vez que miro atrás y veo todo lo que hemos caminado, no puedo más que sentirme orgullosa de cada paso que hemos dado tanto juntos como por separado.

Porque si hoy estamos aquí, mirando en la misma dirección y con “las mismas gafas” es por todo el trabajo que hemos hecho juntos.  Hay muchas personas que siempre nos dicen que hemos tenido suerte al encontrarnos el uno al otro, pero creo que no ha sido suerte, pues ambos sabemos todo lo que también hemos peleado para llegar donde hoy estamos, para tener lo que tenemos y ser como somos.  Tú y yo sabemos que no todo ha sido un camino sencillo, pero en cada dificultad, tú con tus herramientas y yo con las mías, hemos luchado y trabajado por lo que comenzó con ese “aunque no se repita más”; además, con el tiempo hemos aprendido a introducir un nuevo factor: tú me has enseñado a utilizar tus herramientas y yo te he prestado las mías.

Y así, paso a paso, hemos ido aprendiendo a ser un equipo, a ser compañeros de vida, respetando cada idea, cada situación, cada emoción y cada etapa, y lo que es más importante, respetando la individualidad del otro, sin juzgar, sin obligar… simplemente, eligiéndonos cada día.  Porque tú tienes tu espacio y yo tengo el mío y porque juntos tenemos algo que sólo existe para nosotros, para ti y para mí, esa parte del mundo que sólo es nuestra…

Ese rincón donde sabemos que podemos hablar de lo que necesitamos, expresar lo que sentimos, soñar sin juzgarnos, un espacio donde podemos gritar, reír y llorar, tener miedo o tirarnos al suelo para reírnos a carcajadas… Ese espacio que hemos ido trabajando y creando a nuestro modo, algo que será siempre tal y como nosotros queramos que sea, porque es nuestro espacio y siempre serán nuestras normas.

Por todo esto y más, días como el de hoy (-mañana-) son tan importantes, “tú día” no puede ser “un día más”, porque aunque todos los días cuentan, hay días que son más especiales que otros (y sino, que se lo digan a ese “aunque no se repita más”).

Un paréntesis… para ti 🙂

ILD